Brotes de Varroa en varios puntos del país
Cada vez que una temporada finaliza o está apunto de hacerlo, comienza a correr una palabra con mucha frecuencia entre los apicultores: Varroa.
Este ácaro es la principal enfermedad desde hace unos años en nuestro país y en gran parte del mundo y en consecuencia siempre se debe estar alerto al respecto.
En consecuencia, en las últimas semanas el PROAPI recibió varios reportes de diferentes zonas donde se encontró una alta prevalencia de la enfermedad y debido a ésta situación se recomendó a los productores y técnicos realizar los monitoreos correspondientes para determinar el porcentaje de infestación del ácaro en estado forético.
Para tal fin es primordial no demorar los muestreos correspondientes y tratar de actuar en consecuencia para no generar algún tipo de complicación durante el invierno que perjudique el arranque primaveral.
Durante el otoño la población de abejas y crece de forma relativa el número de Varroa forética.
La cantidad de parásito presenten condiciona la eficacia de los acarecidas que se utilizan, pero además las abejas que nacen en otoño deben ser las mejores del año porque deben vivir varios meses ser capaces de alimentar a la nueva cría de primavera, y por esto es fundamental el monitoreo y los tratamientos durante esta parte del año.
Recomendaciones
Una de las grandes polémicas que se instala cada año es utilizar productos aprobados o inclinarse por el uso de los caseros, reduciendo considerablemente los gastos, pero más allá de esta disyuntiva la recomendación principal es realizar el tratamiento en la camara de cría porque es allí donde se encuentran las abejas nodrizas y en consecuencia la mayoría de los ácaros y reiterar el muestreo una vez finalizada la aplicación.
Según los datos que se vienen recogiendo es posible que más allá de efectuar los tratamientos correspondientes es muy probable que queden remanentes luego de las aplicaciones. En éste caso la recomendación es utilizar algún producto orgánico para terminar con las cargas existentes.
Los controles efectuados antes de ingresar a la invernada debe arrojar resultados que se encuentren lo más cercano posible al 0 %, aunque el permitido puede alcanzar el 1 o 1,5 % de ácaros.
Un dato importante que los apicultores no deben olvidar es que si posterior a los tratamientos de otoño todavía se mantiene la cría es probable que la Varroa vuelva a ser un riesgo por lo cual se debe continuar monitoreando bien de cerca.
¿Cuántas muestras tomar?
Para saber cuántas muestras se deben tomar, se debe tomar como referencia la siguiente indicación:
– Más de 60 colmenas tomar un 10 %. Si el número es menor a 60 unidades monitorear al menos 6 de ellas.
– De cada colmena se deben tomar muestras de como mínimo 300 abejas. Las mismas se sacan de ambas caras de tres cuadros con cría abierta.
– No deben muestrearse las colmenas de los extremos del apiario, las zanganeras ni las huerfanas.
– Es fundamental que los muestreos de una temporada se realicen siempre sobre las mismas colmenas.
– El mayor porcentaje de infestación obtenido en el muestreo será utilizado como valor de referencia para decidir las medidas a tomar en el apiario.