Crece la preocupación por el avance de la langosta

 

Podrían llegar a aplicarse productos muy tóxicos para el medio ambiente que perjudicarían a las abejas.

Como informó nuestro medio, la plaga de langostas sigue avanzando de norte a sur y actualmente se encuentra en territorio cordobés.
Al respecto, nuestro medio dialogó con Ulises Gerardo, profesor de zoología agrícola en la Universidad Nacional de Río Cuarto y especialista en langostas desde hace muchos años.
El profesional consideró que las mangas llegaron a Córdoba porque en los últimos 10 años el Estado no invirtió lo suficiente o invirtió mal y se descuidó el control de langostas en estado juvenil, es decir cuando no tienen alas.
Remarcó que desde 1965 hasta hace una década “se hacía un control espectacular, con monitoreadores y baqueanos en las zonas de cría, que se debería repetir”, al tiempo que aseguró que son mangas de tercera generación por eso la situación no es tan compleja y profundizó “las langostas tienen tres generaciones al año donde las primeras dos son las más grandes”. “Que se hayan escapado habla de que fallaron los controles. Yo hace tres años que vengo anunciando por diferentes medios que esto podía pasar”.

Langostas en fuga

Gerardo remarcó que esta situación ocurre porque las langostas escaparon de la zona de cría, que es Catamarca, La Rioja, una porción pequeña de Tucumán, el norte de Córdoba y una zona del norte de San Luis. “Una vez que llegan intentan poner huevo, pero al no ser su zona de cría los nacimientos no serán los mismos por una conjunción de factores, que generan que ésta no sea la zona óptima para reproducirse”. “Hay que hacer los controles a tiempo para evitar que pasen estas situaciones”.

La función de SENASA

El especialista expresó que SENASA seguramente se está interesando en el tema, pero quizás no tenga personal idóneo para afrontarlo y ese es el principal problema. “A mi una de las cosas que me preocupo son las declaraciones del ministerio de la Provincia que dijeron que están atrás de las mangas y en realidad hay que prevenir, porque sino una vez formada si se le aplica insecticidas estos son complicados para el medio ambiente. Hay que controlar los estados inmaduros hasta que se hagan adultos”
Con respecto al plano apícola fue tajante y enfatizó “si se llega a escapar la primera generación será un gran problema, porque los productores van a salir a aplicar con lo que tengan a mano y seguramente perjudicarán al medio ambiente y a otros insectos. Puede darse una psicosis generalizada”.
Por otra parte expresó que sería un gran error dejar esto en manos del productor solamente, el cual debe denunciar estos casos y luego los organismos actuar en consecuencia pero de manera controlada, a la vez que sugirió apuntar directamente al control de los “dormideros” o zonas de cría, en las laderas de las sierras, lugares donde las langostas ponen los huevos bajo el suelo, “para evitar que formen mangas las de la generación de primavera, que se harán adultas en octubre y en noviembre, cuando tenemos la provincia pintada de verde”.
“En estado juvenil o inmadura, la langosta es mucho más fácil de controlar. Tienen los espiráculos respiratorios desprotegidos, cualquier fumigación las liquida. Cuando son adultas, se complica: un insecticida que puede afectar hasta a un perro, a las langostas no las mata”, graficó.
En tanto que señaló “una vez que bajan estas mangas hay que tratar de hacer aplicaciones. Yo no vi nada de eso, y tampoco información gubernamental al respecto, con lo cual es preocupante”. “En Noviembre/Diciembre se da la primera generación y esa manga hay que controlar”, advirtió.

Guerra de las langostas

Para cerrar, Gerardo comentó que hace medio siglo atrás fueron muy grandes los focos que se dieron, por lo cual fue declarada plaga nacional. “Hacían estrago en los campos, y el productor las quemaba con lanzallamas. Eran mangas que cubrían el sol y eso es lo que tenemos que tratar de evitar”. “Me preocupa que si se hicieron las cosas tan mal con estos focos pequeños, que puede pasar si se da algo de esta magnitud”, y cerró “rige una Ley de los años 60 donde dice que ante la lucha contra la langosta el productor debe denunciar algún caso y debe permitir ingresar para hacer algún tipo de control”.