De Hobbista a profesional…

La importancia del uso de registros, el análisis económico de la temporada y la participación en grupos de trabajo.

10325630_820777641283517_481916476403513618_nLa extensión en nuestra región de la soja-inversión redujo a la ganadería a superficies cada vez más chicas, y en consecuencia entre sus derivaciones aparece una importante merma en la producción de miel.
Esta realidad lamentablemente se repite en distintas regiones del país, y en consecuencia los apicultores poco a poco van dejando la actividad de manera definitiva y reduciendo el número de sus colmenas por la falta de reposición del material.

Con éste panorama cada vez son menos los que consideran a la actividad apícola como su fuente principal de ingreso y muchos la consideran segunda actividad o prácticamente como un hobby o pasatiempo. Pero la pregunta es ¿Cómo dejamos de ser hobbistas para convertirnos en apicultores profesionales?.
Sobre el tema, el Técnico Agrónomo de la ciudad bonaerense de Tandil, Rubén Montero (en la foto), elaboró un informe que El Apicultor presenta en versión periodística.

La actividad apícola tiene una característica particular, nos permite iniciarnos en ella con una colmena, y luego ir aumentando el número de unidades productivas.
Generalmente asociamos al apicultor hobbista, con aquel que tiene un pequeño número de colmenas, y al productor profesional con aquel que tiene una gran cantidad.

La Apicultura Nacional se caracteriza por ser una actividad de pequeña y mediana escala, con empresas de carácter mayoritariamente familiar.  Es también un hecho que la mayoría de los apicultores no vive con exclusividad de la actividad, sino que es una fuente complementaria del ingreso familiar.

Teniendo en cuenta esto, creemos que el profesionalismo es un cambio de mentalidad, un cambio en la forma de ver la producción, a pesar de la cantidad de colmenas. Este cambio se da cuando tenemos en cuenta la Gestión de la Empresa, e incluimos en nuestro trabajo el uso de registros, realizamos un análisis económico de la temporada, y planificamos nuestras actividades para la campaña siguiente.

El uso de registros: Ayuda a la organización de la empresa apícola, nos facilita la obtención de datos, optimizando los procesos de producción, llevando a una estandarización de las tareas a realizar con el resultado de la disminución de costos y el mejor aprovechamiento de los recursos disponibles, aumentando la eficacia del sistema productivo.
Análisis económico de la temporada: Se puede realizar de distintas maneras, en la medida que llevamos registros, la obtención de datos es más exacta y los resultados económicos se reflejan mejor. La ventaja es que ayuda a  realizar una evaluación de la empresa, permitiendo diferenciar los distintos  costos de producción, dejando en evidencia la actualidad económica  y a través de su  evaluación, lograr una planificación estratégica para las campañas posteriores.

Participación en grupos de trabajo: Al realizar un análisis comparativo entre los distintos productores del grupo, surgen marcadas diferencias, las cuales al ser evaluadas y discutidas generan importantes herramientas para el crecimiento de las empresas.

El paso de apicultor hobbista a profesional en consecuencia pasa fundamentalmente por estar abierto a nuevas tecnologías, pautas de manejo y evaluación de la producción.