El dólar que todo lo sube, menos la miel

Si bien el precio en pesos creció, la corrida cambiaria no se trasladó de la misma manera a la miel.

Tras un par de semanas con los mercados convulsionados y con un dólar que tuvo una corrida considerable de aproximadamente unos 10 a 14 pesos e incluso algo más si tenemos en cuenta que en algún momento estuvo cercano a los 62 pesos, en nuestro país reina la incertidumbre de cara a lo que serán días cargados de mucha tensión e inestabilidad hasta las elecciones presidenciales de Octubre.

Frente a este panorama, nuestro medio dialogó con diferentes actores de la cadena apícola para tener una idea más concreta de cómo está actualmente la compra/venta de miel y como han repercutido todos estos acontecimientos antes mencionados. En éste sentido lo primero que debemos remarcar es que en varias zonas del país se habla de una cotización que alcanzó e incluso superó los ochenta pesos, principalmente por mieles claras, es más hay quienes manifestaron a nuestro medio que se llegó a ofrecer entre 83 y 84 pesos, pero claro está por operaciones muy puntuales.

Con el dólar en 57 pesos tenemos que hablar de alrededor de un dólar treinta y cinco a un dólar cuarenta y cinco por kilo de miel.

Esto indudablemente genera cierto malestar entre los apicultores, que observan como todos los insumos se incrementan en el orden de un 20 a un 30 %, mientras que la miel no lo hace en iguales proporciones, generando un desfasaje económico totalmente contraproducente para un bolsillo del apicultor que viene siendo castigado, con el agravante que se espera que hacia Noviembre los combustibles puedan llegar  a subir tres o cuatro pesos más, llevando a la nafta largamente por arriba de los 50 pesos el litro, y al gasoil también a costos superiores a esa cifra. Esto una vez que finalice el congelamiento decretado por el Presidente Macri tras recibir el duro revés electoral en las PASO y como una medida que indudablemente persigue captar votos para tratar de revertir la elección y llevar la decisión a segunda vuelta, que por estos días es la opción a la cual le apunta directamente la fórmula presidencial de Juntos Por El Cambio.

Con todo lo expuesto, desde CIPSA Julio Fontán expresó a nuestra redacción «Nosotros compramos a 75 pesos, pero ahora creo que a menos de 78 u 80 no se va a poder comprar. Estamos viendo cómo evoluciona esto.

Suponiendo que el dólar se clavara a los valores que se manejan actualmente hasta 80 pesos se puede llegar a pagar sobre todo por mieles claras», y añadió que desde afuera no hay intención de compra y que están pensando en Apimondia y además atravesando su verano, por lo cual los mercados internacionales se vienen moviendo de manera muy cancina y sin meterse en grandes transacciones.

En general el panorama es incierto y no se pueden hacer grandes vaticinios de cara a lo que vendrá en los próximos meses, esto principalmente porque no hay cimientos firmes donde se pueda apoyar una u otra teoría, y en consecuencia como ya mencionamos en párrafos más arriba la incertidumbre es quien domina largamente la escena y se mantendrá instalada al menos hasta el inicio de la próxima cosecha.

Otro dato importante es que queda muy poca miel disponible, y prueba de esto es que algunos acopiadores expresaron que se les está complicando conseguir miel para poder completar los equipos, aunque vale la salvedad que seguramente algún que otro apicultor está especulando por estas horas con lo que pueda seguir ocurriendo con la corrida cambiaria que genera un tire y afloja constante, y de ésta manera está tratando de retener los últimos tambores que le quedan en sus galpones buscando mejorar su rentabilidad.

Para ir cerrando, vale mencionar que los plazos de pago en ningún caso superan los 10 días, tiempo estimado que demoran los análisis correspondientes a cada partida de miel, y que algunos apicultores más optimistas señalaron que si bien los precios que se pagan no son los óptimos, al menos es bueno que se esté comprando para poder pensar en armarse de cara a la próxima zafra, la cual está pronta a dar sus primeros pasos en varias regiones de nuestro país.