La Niña llegó para quedarse

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos anunció a mediados de Noviembre que el fenómeno climático responsable de crudos inviernos y grandes sequías en todo el mundo ha llegado y hará sentir sus efectos varios meses, es decir estamos hablando de La Niña.»Esta temporada ciclónica ha sido muy activa y esto es una señal de que estamos pasando de una fase neutral a una fase de La Niña”, aseguraron los especialistas.
No obstante, al parecer, el fenómeno de este año es bastante atípico.
Esta vez La Niña está llegando muy tarde, en el otoño, y no es está claro si continuará intensificándose o se debilitará aún más, como sucedió el invierno pasado.Este año, las observaciones climatológicas comenzaron a detectar los primeros efectos a inicios de este noviembre.

¿Cómo entender el fenómeno?

De acuerdo con los especialistas, para entender qué es La Niña es preciso partir por explicar el fenómeno más general en el que se engloba, el llamado evento ENOS.
Cuando El Niño está activo el agua del océano en la zona ecuatorial está más caliente.»El Niño es una oscilación atmosférica que causa un debilitamiento de los vientos alisios en el hemisferio sur del Pacífico. Esos vientos, cuando son normales, arrastran las aguas superficiales desde las costas hacia el océano y esto provoca que las aguas frías de las profundidades surjan allí».
«Cuando esos vientos alisios se debilitan cesa ese proceso, al agua caliente se acumula y se produce un aumento de la superficie del mar en la costa de Perú y Ecuador, principalmente».
Ahora bien, cuando los alisios son muy fuertes y se refuerza la subida de esa agua fría en la zona ecuatorial y la temperatura del mar está por debajo de lo normal, ahí comienza a manifestarse el fenómeno de La Niña.
Además, está también la llamada «zona neutra», en la que nos encontrábamos hasta hace poco, en la que ninguno de los dos eventos están notablemente activos y las temperaturas están sobre el promedio.
Uno de los síntomas es la diferencia de la presión atmosférica y los vientos que están asociados a ella. Es lo primero que sucede antes del cambio de temperatura del mar.

Efectos Niña y Niño

Los efectos de uno y otro, que van desde sequías a inundaciones, de lluvias intensas a huracanes, dependerán siempre de la zona de la oscilación: puede producir indistintamente sequías en Latinoamérica, nevadas intensas en la zona norte de Estados Unidos o sequías en Australia o en las islas del Pacífico.
Patzert, que es conocido como el profeta del «clima en California» afirma que, aunque aún es muy temprano para hacer predicciones, todo indica que La Niña estará muy tranquila este año.»Aunque ha sido inusual su aparición en esta época se ha mostrado muy debilitada y no hay signos de que pueda reforzarse», señaló.
Algo similar ocurrió el pasado año, en el que una tardía La Niña se manifestó por unos meses y luego desapareció, sin grandes consecuencias en el clima mundial.
En Argentina, La Niña está asociada a una temporada con menos precipitaciones en la región agrícola y veranos un poco más fríos. Esto podría ser un alivio para la zona del Litoral y otras regiones que vienen siendo azotadas por las inundaciones los últimos veranos.

Características de La Niña

– Los vientos alisios se fortalecen.
– La temperatura del océano es inusualmente fría.
– Se percibe una escasez de precipitaciones.
– Puede ocurrir cada 3-5 años en promedio, pero según los registros históricos el intervalo entre cada evento varía de 2 a 7 años.
– Sus condiciones duran entre 9 y 12 meses, pero los episodios pueden durar hasta 2 años.
– Se produce con menos frecuencia que El Niño.

Efectos de La Niña (en recuadro)

– En invierno, temperaturas más cálidas en el sureste y más frías en el noreste.
– El centro-este del Pacífico ecuatorial percibe períodos de temperaturas de la superficie del mar por debajo del promedio.
– Entre Diciembre y Febrero, la zona norte de Brasil es más húmeda de lo normal.
– En el centro de los Andes aumentan las lluvias, lo que ocasiona fuertes inundaciones.

Córdoba tiene los niveles más altos de sequía

Desde la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agroindustria de la Nación confirmaron que la Provincia de Córdoba presenta en la actualidad los niveles más altos de sequía del país.
La ORA destaca que la localidad de Laboulaye tiene riesgo de déficit hídrico “alto”; suponiendo lluvias escasas (menos de 21 milímetros), hay 100 % de probabilidad de déficit para un planteo de maíz; con lluvias normales (42 milímetros), el riesgo es del 45 % y con precipitaciones abundantes (75 milímetros o más), no hay riesgo de déficit.
En tanto en Marcos Juárez, también tiene riesgo “alto”. Con lluvias escasas (menos de 28 milímetros), 100 % de riesgo; normales (52 milímetros), 30 %; con abundantes (86 milímetros), 0 %.
Pilar, por su parte, tiene riesgo “muy alto”; lo que significa concretamente que aún con lluvias abundantes (80 milímetros), los suelos siguen corriendo un 2 % de riesgo de sufrir déficit hídrico; a su vez que con precipitaciones normales (46 milímetros), el riesgo es significativo: 85 %.
Según el reporte, Río Cuarto es la localidad de seguimiento más complicada: no hay ninguna otra del país con tanto riesgo de sequía; aún con lluvias normales, tiene prácticamente garantizado un escenario de déficit (91% de riesgo), mientras que todavía si cayeran más de 100 milímetros, el riesgo se mantendría: 7 %.
Finalmente Villa de María de Río Seco en el norte provincial, con precipitaciones escasas (menos de 30 milímetros), no logrará salir del escenario de sequedad de los campos; si llueve “normal”; unos 52 milímetros, hay 54 % de riesgo todavía de seguir en esa situación.