Preocupación por la aplicación de productos para combatir la polilla de la vid

 

En la Provincia de Mendoza los productores apícolas se muestran preocupados debido a las aplicaciones terrestres y aéreas del producto Coragen, el cual busca erradicar la polilla de la vid, que tantos inconvenientes viene generando en la industria vitivinícola.
Al respecto el SENASA en conjunto con el ISCAMEN (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza) están trabajando en diferentes estrategias para combatir éste problema.
Sobre el tema, los apicultores mendocinos afirmaron que los caminos que han tomado son errados y lo justificaron indicando que los querían convencer que poco mas estaban usando agua bendita y la realidad que es un producto nuevo del cual no se conocen demasiadas precisiones de los efectos que puede generar.
Se trata de una molécula nueva que tiene una frase muy sugestiva en el envase y que las autoridades de turno no supieron explicar. La misma indica que es un producto “virtualmente no tóxico para las abejas”.
En principio se trata de un producto que ataca a la polilla en su estado larval, y el interrogante es qué ocurre con la larva de la abeja, además se teme por un posible efecto residual que podría aparecer en el invierno, cuando las colmenas producen el bolo invernal y están más débiles por la falta de alimentos.
Otra de las grandes preocupaciones pasa porque no se han realizado pruebas del producto y de cómo puede afectar a las abejas.
Pese a esto y a la gran preocupación que muchos apicultores han manifestado el Vicepresidente del Consejo Apícola Provincial, Alberto García Carbajo, aseguró que se elevó demasiado el tono y se generó por el momento una psicosis infundada. “Se tomaron algunas colmenas como referencia antes y después de las aplicaciones y no se encontró evidencia de problemas”, aseguró.
Aunque rápidamente aclaró que se mantienen en estado de alerta, porque por ejemplo no se respetaron zonas como lechos de ríos y canales donde no debían realizarse aplicaciones.
Para finalizar, vale resaltar que además existe preocupación porque al tratarse de fincas de poca extensión con casas en las adyacencias se teme por las poblaciones rurales y los efectos que pueda causar el producto en las personas.