Reservas para el periodo invernal

Es importante tener valores de referencia del consumo de una colmena en ésta época. Alimentación y tipo de alimentadores.

Para los apicultores es importante tener valores de referencia de cual es el consumo promedio durante la invernada y comienzos de la primavera para no sufrir grandes inconvenientes en sus apiarios, en consecuencia se presentan valores orientativos para la zona sudeste de la Provincia de Buenos Aires, de una colmena invernada en cámara de cría, según un informe elaborado por Alejandra Palacio y Emilio Figini del PROAPI.

Abril: 2 kg.
Mayo: 1, 4 kg.
Junio: 1 kg.
Julio: 1 kg.
Agosto: 1,3 kg.
Setiembre: 2,5 kg.
Octubre: 4,5 kg.
Noviembre: 6 kg.

Evaluación de reservas

Usando estos valores como referencia se puede realizar un cálculo de las reservas necesarias durante la invernada y fundamentalmente a la salida de ella, que como se observa es cuando los niveles de consumo crecen en forma violenta, coincidiendo con el comienzo de la actividad de cría y con las primeras floraciones de primavera, las cuales son fundamentales para el despegue y para que nuestras colmenas lleguen fuertes a la temporada de cosecha.
Generalmente los requerimientos superan a las reservas de la colmena, lo que genera la necesidad de encarar una alimentación artificial con el objetivo de asegurar la subsistencia.

Los alimentos utilizados deben cubrir los requerimientos energéticos solamente sin tener en cuenta el aporte proteico, ya que el propósito es mantener la colonia hasta la temporada de desarrollo poblacional.

Para este fin se pueden utilizar:

Sacarosa o azúcar común de caña: Es el sustituto de la miel mas utilizado, su calidad depende del grado de refinación, la utilización de azucares no refinados, azúcar rubia o melaza no es aconsejable ya que por acumulación de desechos en la ampolla rectal puede provocar graves trastornos digestivos en las abejas.

Jarabe de maíz de alta fructosa: conocido como Levudex, se obtiene a partir del almidón del maíz. Contiene entre un 26 a 29 por ciento de agua, 36 por ciento de fructosa y 33por ciento de glucosa.

Alimentadores

En relación a los alimentadores, los mismos deberían cumplir algunos requisitos:

• Que evite el derrame de alimento

• Que no favorezca el pillaje

• Fácil de usar y cargar

• Cómodos para guardar, apilar y transportar

• No dañar a las abejas

• Tener una capacidad acorde a las necesidades del caso

En general para sostén o aprovisionamiento se utilizan los de mayor tamaño.

Los más usados son el Doolitle que tiene dimensiones semejantes a un cuadro. Es un recipiente abierto en la parte superior con capacidad para dos kilos y medio de jarabe. Se coloca en la colmena como si fuera un cuadro. Puede ser utilizado como tabla divisoria en la colmena. La dificultad reside en que hay que abrir la colmena para reaprovisionar.

Una variación económica de este sistema consiste en introducir un panal vacío dentro de una bolsa de nylon, de forma que la bolsa sobresalga del cabezal del cuadro. Una vez introducido en la cámara de cría se rellena la bolsa con la cantidad de jarabe deseado, el cual queda a disposición de las abejas directamente.

La bolsa deberá tener tamaño tal que una vez agregada la cantidad de jarabe la misma se pueda colocar sobre los cabezales sin obstaculizar el cierre de la colmena. Una vez colocada en la colmena, se realizan un par de orificios en la cara superior de la bolsa para que las abejas tengan acceso al alimento.

El alimentador de alza, se trata de un frasco de boca ancha cuya tapa tiene pequeñas perforaciones o sin tapa y con la boca cubierta por un trozo de arpillera (previamente doblada en varias veces). Se coloca invertido sobre la perforación de la entretapa apoyado sobre unos listoncitos de madera. Se pone un cajón y el espacio vacío se rellena con pasto seco o arpillera a fin de evitar que se disipe el calor de la colmena; luego se coloca el techo. Este sistema evita abrir la colmena en época de frío y facilita la observación del volumen consumido

El alimentador Boardman, el cual consta de una base especialmente diseñada para que se encaje perfectamente un frasco invertido cuya tapa tiene perforaciones. Permite la observación directa de su contenido y su reposición sin abrir la colmena. Por lo general, si no se usan juegos de encaje perfectos suele provocarse pillaje por derrame de su contenido, además el jarabe suministrado tibio pierde temperatura en su contacto con el ambiente.

Los de entretapa, que utilizan para su construcción una entretapa común la cual se acondiciona clavando dos listones transversalmente. Estos deberán tener un espesor inferior al marco de la entretapa para no entorpecer el paso de las abejas. Luego se sella con cera caliente los bordes y las esquinas para que el jarabe no se extienda entre las rendijas y se derrame. Permite reponer el alimento sin abrir la colmena.